La esperada conclusión de la exitosa «Serie del Caribe»: una historia  épica, intensa, llena de sentimientos, ambientada en la exótica isla de La Española. Isla de Jamaica, 1753. Deirdre, la hija de la inglesa Nora  Fortnam y del esclavo Akwasi, lleva una vida protegida en la  plantación de su madre y de su padre adoptivo. Pese a los orígenes poco claros de la joven, los muchachos de la isla  beben los vientos por ella. Deirdre, sin embargo, no siente el menor interés por ninguno de ellos hasta que el joven médico Victor Dufresne pide su mano. Tras una espléndida ceremonia nupcial, la pareja de recién casados zarpa hacia Saint-Domingue, en La Española. Los sucesos que allí acontecerán transformarán sus vidas por completo... «Como era la primera vez que navegaba, Deirdre observó llena de  emoción que el barco zarpaba y se dirigía a alta mar mientras la  orilla de Jamaica se iba haciendo más diminuta hasta desaparecer en el horizonte. Victor la había rodeado con el brazo  para  consolarla, pero para Deirdre era más fuerte el ansia de aventura que la pena por la despedida. Pasó el día en cubierta y celebró la presencia de los delfines que acompañaban la embarcación.
 - Delante de La Española también verás ballenas -anunció  Victor-. Van para celebrar la boda. Por fortuna son pacíficas. En caso contrario habría que tenerles miedo, son casi  tan grandes como nuestro barco.
- ¡Qué bonito que todos celebren las bodas! -exclamó Deirdre riendo-. Ay, Victor, desde que estoy contigo tengo la impresión de que toda mi vida es una gran fiesta.»