En el transcurso de esta experiencia que es vivir existen momentos en los que dudamos incluso de nuestra capacidad para enfrentarnos al devenir diario. La poesía ha permitido al autor exponer sentimientos y vivencias que de otra forma podrían haber quedado atrapadas. Y a pesar de que algunas puedan hacer oscilar los cimientos sobre los que construimos a nuestro propio Yo, este es alguien que aunque invariable tiene la capacidad de mutar para seguir viviendo.
En estos poemas refleja hechos cotidianos que pueden a la vez traspasar nuestra propia identidad. Por mucho que nos esforcemos, al final, el único objetivo que podemos hallar en la vida es terminar de forma diferente a como llegamos a ella. Todos llegamos llorando, pero pocos son los que se despiden con una sonrisa. Parafraseando al poeta, quiero contribuir a formar dicha sonrisa, aunque a veces deba ser resignada.