En 1990 Robert Altman leyó los relatos de Carver y tuvo claro que allà habÃa una pelÃcula. Para realizarla, el ci- neasta «dialogó» con el escritor, combinó sus textos, movió personajes de una historia a otra y, a su manera, compuso una suerte de memorable «gran novela americana» filmada. Estos son los relatos que inspiraron la pelÃcula.