La mayoría de los especialistas en este tipo de fenómeno delictivo coincide en afirmar que las snuff movies son una escalofriante leyenda urbana; es decir, actualmente están consideradas como un mito moderno. Pero la realidad muestra que no estamos tan lejos del mito como pensábamos. El concepto Snuff movie estaba ya presente en la década de los 70 destinado a un público muy selecto. Sin embargo, la realidad actual está superando a la ficción y el fenómeno se da más que nunca en nuestro entorno. Ha dejado de ser algo oculto y se ha convertido incluso en algo popular. Cualquiera, a través de su smartphone, puede convertirse en propagador de hechos enteramente censurables que, sin embargo, corren por las redes sociales a la búsqueda de likes o reacciones de admiración por el morbo que despierta asistir a lo prohibido. Un caso relevante de Snuff movie es el de los terroristas yihadistas, verdaderamente hábiles en el uso de la tecnología cinematográfica para la consecución de sus perversos objetivos. Muestran sin pudor las decapitaciones de sus víctimas, o graban el proceso completo de un niño que se inmola en u