Una de las jóvenes que emigró en los años más duros de la última crisis económica vuelve a España y analiza con nuevos ojos lo que había dejado atrás. Violeta Serrano es una mujer que pertenece a esa generación nacida a fines de los ochenta, que parecía tenerlo todo: democracia consolidada, estado de bienestar asegurado y un colchón europeo que parecía eterno. Pero algo se rompió, las certezas volaron por el aire y de aquellos escombros nacieron estas frustraciones. Esta obra es, en definitiva, un viaje a las entrañas de una generación de la que muchos hablan pero pocos entienden. Un ejercicio de honestidad intelectual donde la autora se mira al espejo no para adularse, sino para meterse en el barro de su tiempo y hacerse preguntas incómodas que pocos se atreven a responder. Le habla a sus pares, a millones de personas repartidas por el mundo que rondan los treinta años, hiperformadas y que no quieren resignarse a la precariedad perpetua. Pero también echa la vista atrás y recupera el valor de nuestros padres y abuelos como antídotos para la desesperanza. Un libro cargado de futuro desde la generación que no